Macro

Endeudarse no es gratis: gastos por intereses de la deuda del Fisco aumentarán casi 24% este año, pero Dipres ve estabilización hacia finales de la década

El mayor endeudamiento previsto para este año llevará a la proporción gastos a PIB a un 1,2%, duplicándose en los últimos diez años.

Por: Sebastian Valdenegro / Gráfico: Ignacio Flores P. | Publicado: Jueves 16 de mayo de 2024 a las 13:38 hrs.
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Foto: Julio Castro
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El fuerte incremento que ha mostrado la deuda bruta del Gobierno Central no le ha salido gratis al Fisco. El stock de acreencias del aparato estatal pasó de representar un 12,8% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2013 a un 39,4% del tamaño de la economía una década más tarde, lo que ha tenido implicancias de primer orden para el gasto del sector público.

¿La razón? Ante un mayor endeudamiento, también se incrementan los intereses que debe pagar el Estado por ese concepto. Un botón de muestra: si en 2013 el Fisco pagaba intereses anuales equivalentes a un 0,6% del PIB, a diciembre del año pasado esa proporción alcanzó un 1,1% del Producto, lo que representa US$ 3.288 millones al tipo de cambio actual.

Dicha tendencia continuará este año. Según las proyecciones de la Dirección de Presupuestos (Dipres) en el marco del más reciente Informe de Finanzas Públicas (IFP), los pagos por intereses de la deuda se incrementarán un 23,6% este año respecto al 2023, para totalizar US$ 4.066 millones, equivalentes a 1,2% del Producto.

El stock de acreencias del Fisco pasó de representar el 12,8% del Producto Interno Bruto en 2013 a 39,4% una década después. En el mismo lapso, el pago de intereses creció de 0,6% del PIB a 1,1%.

Los desembolsos por este concepto han tenido un comportamiento volátil en una mirada trimestral. Por ejemplo, en el primer cuarto del año pasado se incrementaron un 2,4%, para luego acelerarse a un 20,5% entre abril y junio. En el tercer trimestre, se generó una caída interanual de 8,7% en los pagos, mientras que entre octubre y diciembre el alza fue de un 52,1%. En el primer cuarto de este año, lo pagado mostró una variación positiva de 7,8%, totalizando US$ 1.443 millones, o un 0,4% del tamaño de la economía.

En su reporte al Congreso, la Dipres proyectó que la senda del gasto en intereses comenzará a caer a partir del año 2029. Así, prevé una baja de 2% el próximo año, un incremento de la misma magnitud para 2026 y luego nulas variaciones entre 2027 y 2028, para luego ceder hasta el año 2034. Esto último solo considera gastos de arrastre.

Aquello es coherente con las nuevas estimaciones del servicio dependiente del Ministerio de Hacienda, ya que corrigió a la baja la senda de la deuda bruta total, anticipando que se estabilizará en niveles en torno al 41% al final de la década.

¿Objetivo alcanzable?

El economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la U. Diego Portales (OCEC UDP), Juan Ortiz, estima que si bien en términos nominales se prevé un alza significativa en 2024, para 2025 al 2026 el pago de intereses como proporción del PIB se ubicaría en 1,2% del PIB y 1,1% del PIB en 2027 y 2028, estabilizándose en el mediano plazo.

“La viabilidad de este resultado obedece tanto al cumplimiento del escenario fiscal implícito en el horizonte de proyección, donde el balance efectivo es relevante. En este sentido, destaco significativamente que en el IFP la Dipres, en el escenario de deuda bruta en el mediano plazo, informe la trayectoria no solo del balance fiscal, sino de las transacciones en activos financieros, siguiendo las recomendaciones del CFA. Este hecho es muy importante porque para 2025 el aumento de la deuda bruta se explica en un 55% en transacciones en activos financieros”, agrega.

La exdirectora de Presupuestos y académica del Centro de Políticas Públicas de la U. San Sebastián, Cristina Torres, cree que es “poco factible” estabilizar el pago de los intereses, ya que la estimación tiene ciertos supuestos  que luego van evolucionando.

“Primero, esta reducción se presentaría en un contexto del perfil de vencimiento de deuda vigente a la fecha, la que lo más seguro se vea alterada, dada posibles renegociaciones que tenga que efectuar Hacienda los años 2025 y 2026 producto de las altas cuotas de amortización que se deben pagar. Al renegociar, evidentemente se generarán nuevos intereses”, plantea, agregando que este escenario no contempla la emisión de nueva deuda que se realizará a tasas de interés más altas. Y en tercer lugar, advierte que el crecimiento del gasto podría ser superior a lo estimado por Dipres para el mediano plazo, lo que podría generar “nuevas presiones de búsqueda de financiamiento vía deuda”.

El economista jefe de Bci Estudios, Sergio Lehmann, plantea que para estabilizar el servicio de la deuda, es “fundamental” estabilizar el nivel de la deuda, lo que exige avanzar en ir reduciendo el déficit para “ojalá” llegar a un equilibrio en las cuentas públicas en pocos años más.

“Es probable además que las tasas de interés, tanto a nivel global como local, sean más bajas hacia los próximos años, llevando a una menor carga financiera. De cualquier manera, es clave retomar con fuerza el objetivo en materia de equilibrio que se ha definido, sin seguir empujando hacia delante el plazo para alcanzarlo. Contribuiría con ese propósito racionalizar y priorizar adecuadamente el gasto público”, recalca.

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